La Previa: Clásico.

La Previa: Clásico.

En pocas horas en el Atanasio Girardot se llevará a cabo la versión número 283 del clásico paisa. En la previa del partido varias cosas por decir. Primero, que el “Coloso de la 74” se sentirá incómodo porque acostumbra en estas fechas especiales a adornarse con el color que más le gusta, a recibir a sus huéspedes más queridos, a los que más lo miman, a los que lo invitan a las veladas especiales e importantes, el que lo engalana, y a los que con reciprocidad han construido juntos un nombre importante en el Continente, a la gente del mejor equipo de América, a los fieles el CLUB ATLÉTICO NACIONAL. 

Hay que decir con respecto a esta situación que no tiene sentido que un clásico se juegue sólo con una de las parcialidades. Y creo que todos los aficionados del fútbol, incluso las hinchadas de equipos rivales van a coincidir en esto, lo bonito de los clásicos se trata de la fiesta-bien hecha y sin violencia-que se arman en las tribunas por la motivación y algarabía que implican jugar e intentar ganarle a su rival de toda la vida. “El Club (fútbol) sin el hincha es una bolsa vacía”, dice el famoso tanguero Enrique Santos Discépolo, y censurar la fiesta en las tribunas donde confluyan las dos hinchadas no es más que una sanción punitiva, que no resuelve nada, y más grave, que aplaza ese proceso de aprendizaje social, mientras ignora los verdaderos problemas de la violencia del fútbol asociada injustamente e única y exclusivamente al carácter violento de una organización de barras. 

Bueno. Volvamos al análisis previo. Otra cosa especial de los clásicos es que son partidos que se empiezan a vivir con mucho tiempo de antelación. En la semana, como siempre, fue un tema recurrente en las conversaciones de amigos, transeúntes y colegas; en mi caso, me cansé de escuchar que Medellín corría con ventaja por la predisposición del escenario, que los “locales” nos iban a hacer sentir la atmosfera y que los nuestros no iban a poder absorber esa presión. A lo que respondí con tranquilidad, porque en verdad no es un tema que me inquieté, toda vez que si hay algún equipo en Colombia que esté acostumbrado a jugar bajo presión, con públicos y escenarios hostiles, es Nacional. 

El Verde, no me cabe duda, no le va a pesar jugar en esas condiciones, por lo que prefiero buscar las claves del juego en las consideraciones futbolísticas que pueden presentar los dos equipos. Por ejemplo, el partido va a ser un duelo estratégico importante que presenta a los dos mejores técnicos del país, y en mi humilde opinión, a los dos mejores equipos en el trato de la pelota en el país. Aunque sabemos cuál es la jerarquía. El partido va a ser uno muy disputado en el medio, donde se van a concentrar la mayor cantidad de hombres y donde se puede dirimir el choque de fuerzas. Nosotros intentaremos buscar el dominio del balón-somos débiles sin él, a través de la presión alta y la buena entrega de la pelota, y paralelamente, buscaremos abrir las bandas en búsqueda de desdoblar al rival, buscando por medio de jugadas asociativas en el último tercio, y a través de centros y remates de media distancia vulnerar la defensa Roja. En términos defensivos será clave, como ha sido una tendencia exitosa en los últimos partidos, impedir que el rival despliegue a sus laterales, obligándolos a defender, además de confiar en un buen partido de Palomino presionando a Marrugo-el hombre de sus ideas- y cancelar sus opciones de tirar balones filtrados. 

A la hora del pitazo inicial todas estas consideraciones pueden quedarse sin validez, dado el carácter de este tipo de partidos. Los clásicos no se juegan, se GANAN. Y para ganarlo, a veces, hace falta más que fútbol, personalidad y guevos.  En eso no nos pueden ganar, tenemos que correr más que ellos, luchar más que ellos y jugar más que ellos, como siempre, como la historia lo enseña y como el presenta año a año lo demuestra. El Mejor equipo de América, el equipo de la ciudad y del país, no tendrá 40 mil personas hoy en el Atanasio, por una cuestión arbitraria, pero como siempre tendrá a todo un país alentándolo con el corazón desde el lugar que les corresponda. Donde la hora del partido paralicé a más de la mitad del país. VAMOS VERDE!!!