jueves, 12 de febrero de 2015

Fecha tras Fecha: NACIONAL - Huila


NACIONAL  1 – Huila 2.

¿Cómo explicar el resultado, mientras se hace un análisis frio-sin calentura-del partido? Pareciera un reto difícil, no por la lectura del partido que resulta sencillo, sino porque es complicado aportar una opinión que esconda un poco la calentura por la forma como jugamos. Pero aquí lo intentaremos.

En la tarde-noche de ayer el Verde de nuestros amores saltaba al coqueto Atanasio con el objetivo de asegurar una victoria de local frente a un rival débil, en teoría. Por esa razón, que en principio no parecía descabellada, se alineó un once con jugadores que, a pesar del modelo de rotación, se saben suplentes la gran mayoría. Entre ellos, entonces, estaban Cristian Vargas, Calle, Miller, Diego Arias, Pérez, entre otros. Era, como se dijo después, no sólo un once inédito, sino además, uno con poco ritmo de competencia y, sobre todo, uno que reunía jugadores más vertiginosos y físicos que ofensivos y de elaboración de fútbol. 
Eso se notó de entrada. Nacional planteaba tácticamente un desorganizado 3-3-3-1 con (léase de derecha a izquierda): Vargas-Bocanegra, Henríquez, Miller-Pérez, Arias, Faríd-Calle, Otálvaro, Copete y Velásquez. Y lo que se evidenció desde el vamos fue un equipo sin ideas, sin sociedades, sin confianza, sin ritmo, sin velocidad, sin desmarque, sin desdoblamiento, sin retorno, sin vértigo, sin profundidad, carente de juego ofensivo y flaco en sus labores defensivas. 

Las individualidades se vieron mal, sin dudas; en lo que tenía que ser el dulce estreno del otro paraguayo, el equipo jamás le entregó un balón claro, difícilmente lo puso en situaciones de riesgo y lo dejó sólo chocando con la defensa; en lo que debió ser un escenario lindo para el lucimiento de Rodín, lo mandaron a la guerra, a que desbordará sin la sociedad ni el apoyo de sus compañeros; y lo que tendría que ser un escenario cómodo para seguir rotando jugadores para llegar al estreno de Copa fresco, nos obliga a poner lo mejor en Envigado para ir a Paraguay más tranquilos. 

Eso se explica por varios motivos: individualidades y error estratégico, entre otros. Entonces, algunas individualidades, las llamadas a darle juego ofensivo al equipo no jugaron bien y expusieron a otras al escarnio público. Pérez, fue incapaz  por su ritmo cansino y su escaso cambio de ritmo de ser el tránsito entre la función de recuperación y la de armazón, a su vez, dejó muy sólo a Diego Arias, quien salió injustamente criticado porque le tocó batirse sólo en el medio; Otálvaro-el peor-, no fue socio de nadie y estuvo demasiado estático con lo que impidió la correcta circulación de la pelota y sentenció a Nacional a jugar infértilmente por los extremos, que tampoco tuvieron una buena actuación; Calle, inicialmente, no ganó ni un solo duelo en ofensiva y no contribuyó a la elaboración de fútbol, mientras Copete estuvo errático como casi siempre. 

El error estratégico, está como dijo el Profe en la selección del grupo, pero no por ser un grupo de mayoría suplente, creo que este equipo podría ganarle al Huila y a muchos otros, creo que faltaron hombres que permitiera mayor elaboración. Además, el “Profe” estuvo muy mal en los cambios, dado que el partido pedía hombres que tuvieran más y mejor el balón, no debió sacar a Pérez por un extremo, debió entonces haberlo adelantado unos metros en el campo.

Ahora, apenas estamos empezando y no “todo tropezón es caída”, es bueno que nos pase esto a estas alturas del campeonato cuando apenas estamos empezando, ensamblando y aceitando, y no con todo el rodaje, son aprendizajes buenos y además una lección de humildad en la preparación de los partidos. Repito, no es bueno perder menos contra Huila, pero es muy prematuro para sacar conclusiones y condenar el semestre o la propuesta, por el contrario, el momento debe potenciar la motivación y hacernos sacar lo mejor de nosotros para mostrar la mejor versión de Nacional lo más rápido posible. Mientras tanto nosotros siempre alentando. VAMOS VERDE!!!

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