NACIONAL 3 – dim 1.
Ganarle al rival de patio, que no es Clásico, este parece ya un término muy generoso con el rival de plaza que no cumple las expectativas de un contendor decente, es una sana y linda costumbre nuestra. Una vez más, vencimos con suficiencia y sobradez a los de al frente que se asustaron frente a un escenario lleno y jubiloso de un Pueblo Verdolaga que, cada vez más, se ilusiona con su equipo que parece coger forma y promete mejores espectáculos frente a las citas importantes que se vienen.
La tarde del domingo auguraba, de entrada, con el sol radiante que iluminó las lindas caras del Hincha Verde y las acciones prolijas de nuestros guerreros en el campo, que iba a ser una fecha muy linda para nosotros. Primero, porque al rojo siempre hay que ganarle y hacerlo con tanta autoridad ilusiona a la Hinchada y le da aún más vuelo al equipo; segundo, porque Nacional partido a partido, viene mostrando mejorías en su fútbol y, como dijo el Profe, parece de a poco ir encontrando la mejor versión que permitió “dominar el fútbol colombiano; además, porque el marco sólo Verde engalanó al Atanasio que se sabe mejor tratado cuando nosotros lo invitamos a bellas sesiones de fútbol y espectáculo; y por último, porque el regreso de “La fiera” ilusiona hasta el más escéptico de los Hinchas, sin dudas, este tipo tiene imán, es diferente al resto, es místico, que como dice Fernando Gonzalez, “es en el quien la vida descarga sus golpes y caricias.
Como se dijo, Nacional ganó con holgura el “Clásico”, arrancó imponiendo condiciones y ya en el minuto 2 merecía irse en ventaja con el postaso de Yulián que devolvió el vertical, sin embargo, como la vida es justa, rápidamente nos puso en ventaja tras el centro de Guerra que encontró perfectamente ubicado al Paraguayo Velazquez-de excelso partido- y que mandó a guardar dejando sin chances al arquero visitante. Pero tras un comienzo auspiciante, el Verde le cedió al rival por un momento la pelota y en una acción polémica y desafortunada, el juez pitó penalti para el dim que empató en una jugada dudosa a poco tiempo de acabar la primera parte.
Pero nada de eso podría cambiar lo que ya el destino ha predestinado. Hijos nuestros son, hijos nuestros morirán. Al contrario que nosotros, el rojo nos está acostumbrado a jugar de visitante ni sacar la casta en los momentos difíciles, a nosotros no nos pesó su “escenario hostil” cuando ellos fueron locales pero a ellos sin dudas se los comió la gente y el equipo absolutamente superior que tenían al frente.
El segundo tiempo, vio a un Nacional decidido a buscar el resultado y pronto tuvo una acción de peligro con una extraordinaria pared entre Guerra y Velázquez que terminó por irse desviada a centímetros del arco visitante. Esa jugada anunció lo inminente y lógico: el triunfo verde. La entrada de Pérez por Berrio reforzó el medio campo y le dio más claridad con Guerra jugando por banda, Copete trascendió mucho más que “Manga” que precisa levantar su nivel, y por último, la entrada de Duque, para completar los magníficos movimientos de Osorio que tiene mucha responsabilidad en la victoria, hizo un efecto contagio que nos llevó en volandas a la victoria.
El gol de Guerra tras un centro de Alcatraz después de una falta sobre Sebas en el meridiano del segundo tiempo, puso al Verde arriba en el marcador y generó el escenario propicio para liquidar el partido de la forma soñada. Faltando poco más de 5 minutos para que se acabara el partido y mientras Nacional dominaba a través de la circulación, llegó la jugada esperada. Medellín buscando empatar el partido hacía un ataque por su derecha que interceptó Copete antes de que el balón entrara al área, a continuación carreteó con la pelota y la cedió a Faríd que corría en paralelo, este se la devolvió unos metros más adelante, y Copete, confirmando su buen momento, mandó un centro medido al corazón del área que vio como llegaba el 9 de Nacional como una fiera poseída y la mandaba a guardar al fondo de la red. Primera y adentro. Así es la “Fiera”: Cómo no te voy a querer.
Nacional demostró ayer mejor fútbol, más control del partido y oficio para sacarlo adelante, además, recuperó a Jefferson, y con él, la ilusión de recuperar al hombre más místico del plantel, a aquel dotado con una suerte de bendición divina que lo hace aparecer en los momentos más esperados, más difíciles. Duque, representa fielmente lo que es Nacional, y “La fiera” representa el corazón del Pueblo Verdolaga, las ganas de ganar, la mística Copera. Vamos Nacional, Vamos Fiera, queremos la Copa!!!