martes, 17 de marzo de 2015

Fecha Tras Fecha: NAL Vs dim


NACIONAL 3 – dim 1.

Ganarle al rival de patio, que no es Clásico, este parece ya un término muy generoso con el rival de plaza que no cumple las expectativas de un contendor decente, es una sana y linda costumbre nuestra. Una vez más, vencimos con suficiencia y sobradez a los de al frente que se asustaron frente a un escenario lleno y jubiloso de un Pueblo Verdolaga que, cada vez más, se ilusiona con su equipo que parece coger forma y promete mejores espectáculos frente a las citas importantes que se vienen.

La tarde del domingo auguraba, de entrada, con el sol radiante que iluminó las lindas caras del Hincha Verde y las acciones prolijas de nuestros guerreros en el campo, que iba a ser una fecha muy linda para nosotros. Primero, porque al rojo siempre hay que ganarle y hacerlo con tanta autoridad ilusiona a la Hinchada y le da aún más vuelo al equipo; segundo, porque Nacional partido a partido, viene mostrando mejorías en su fútbol y, como dijo el Profe, parece de a poco ir encontrando la mejor versión que permitió “dominar el fútbol colombiano; además, porque el marco sólo Verde engalanó al Atanasio que se sabe mejor tratado cuando nosotros lo invitamos a bellas sesiones de fútbol y espectáculo; y por último, porque el regreso de “La fiera” ilusiona hasta el más escéptico de los Hinchas, sin dudas, este tipo tiene imán, es diferente al resto, es místico, que como dice Fernando Gonzalez, “es en el quien la vida descarga sus golpes y caricias.

Como se dijo, Nacional ganó con holgura el “Clásico”, arrancó imponiendo condiciones y ya en el minuto 2 merecía irse en ventaja con el postaso de Yulián que devolvió el vertical, sin embargo, como la vida es justa, rápidamente nos puso en ventaja tras el centro de Guerra que encontró perfectamente ubicado al Paraguayo Velazquez-de excelso partido- y que mandó a guardar dejando sin chances al arquero visitante. Pero tras un comienzo auspiciante, el Verde le cedió al rival por un momento la pelota y en una acción polémica y desafortunada, el juez pitó penalti para el dim que empató en una jugada dudosa a poco tiempo de acabar la primera parte.

Pero nada de eso podría cambiar lo que ya el destino ha predestinado. Hijos nuestros son, hijos nuestros morirán. Al contrario que nosotros, el rojo nos está acostumbrado a jugar de visitante ni sacar la casta en los momentos difíciles, a nosotros no nos pesó su “escenario hostil” cuando ellos fueron locales pero a ellos sin dudas se los comió la gente y el equipo absolutamente superior que tenían al frente.
El segundo tiempo, vio a un Nacional decidido a buscar el resultado y pronto tuvo una acción de peligro con una extraordinaria pared entre Guerra y Velázquez que terminó por irse desviada a centímetros del arco visitante. Esa jugada anunció lo inminente y lógico: el triunfo verde. La entrada de Pérez por Berrio reforzó el medio campo y le dio más claridad con Guerra jugando por banda, Copete trascendió mucho más que “Manga” que precisa levantar su nivel, y por último, la entrada de Duque, para completar los magníficos movimientos de Osorio que tiene mucha responsabilidad en la victoria, hizo un efecto contagio que nos llevó en volandas a la victoria.

El gol de Guerra tras un centro de Alcatraz después de una falta sobre Sebas en el meridiano del segundo tiempo, puso al Verde arriba en el marcador y generó el escenario propicio para liquidar el partido de la forma soñada. Faltando poco más de 5 minutos para que se acabara el partido y mientras Nacional dominaba a través de la circulación, llegó la jugada esperada. Medellín buscando empatar el partido hacía un ataque por su derecha que interceptó Copete antes de que el balón entrara al área, a continuación carreteó con la pelota y la cedió a Faríd que corría en paralelo, este se la devolvió unos metros más adelante, y Copete, confirmando su buen momento, mandó un centro medido al corazón del área que vio como llegaba el 9 de Nacional como una fiera poseída y la mandaba a guardar al fondo de la red. Primera y adentro. Así es la “Fiera”: Cómo no te voy a querer.

Nacional demostró ayer mejor fútbol, más control del partido y oficio para sacarlo adelante, además, recuperó a Jefferson, y con él, la ilusión de recuperar al hombre más místico del plantel, a aquel dotado con una suerte de bendición divina que lo hace aparecer en los momentos más esperados, más difíciles. Duque, representa fielmente lo que es Nacional, y “La fiera” representa el corazón del Pueblo Verdolaga, las ganas de ganar, la mística Copera. Vamos Nacional, Vamos Fiera, queremos la Copa!!!

jueves, 5 de marzo de 2015

La Previa: NACIONAL Vs. Estudiantes.


La Previa NACIONAL Vs. Estudiantes: La mística de Zubeldía, una historia de MÍSTICA Y GRANDEZA.

El partido de este jueves enfrenta en el Atanasio Girardot a dos de los equipos más grandes del Continente, a dos de los equipos con más mística copera en Sudamérica, y a dos de los equipos que se han forjado con esfuerzo, amor propio y títulos un nombre importante que hace eco en todas las esquinas del continente. La Copa Libertadores es entonces su espacio natural, como el sofá de la casa, donde se sienten más cómodos, donde se motivan mucho más, el lugar donde han construido la historia que los ha mitificado.

Pero ese gran renombre que, como se dijo, es rimbombante por donde se oiga se debe en gran medida a una figura, a un hombre, a un ídolo, más que eso, a una leyenda: Osvaldo Juan Zubeldía. Nacido en Buenos Aires el 24 de Junio de 1927, Zubeldía empezó su trayectoria en el fútbol siendo jugador de varios equipos en Argentina entre los que se destacan: Boca, Vélez y Banfield, donde fue un jugador siempre rendidor,-a tal punto que una vez le metió 3 goles a River con Vélez-, pero no llegó a destacar de forma excelsa por sus condiciones técnicas. Como diría el famoso “Timoteo” Griguol, conocido por su extraordinaria campaña con Ferro en los 80, “era lento para jugar pero rápido para entregar”. 

Sin embargo, fue de técnico donde encontró el éxito “aunque no estuviera hecho de un camino de rosas”; empezó dirigiendo a Atalanta, el cuadro Bohemio muy conocido en las canchas del ascenso en Argentina mientras era aún jugador del “Taladro”; y a partir de ahí comenzaría una carrera vertiginosa que lo convertiría en uno de los entrenadores más importantes de la historia del fútbol, y que por suerte, pudimos tenerlo para nuestra Alegría Nacional. Los triunfos más importantes del “Troesma” fueron en Estudiantes de La Plata que hicieron consolidarse al “Pincharrata” como uno de los equipos más grandes de su país y del Continente. Con ellos, ganó 3 Copas Libertadores de América en años consecutivos (68, 69 y 70) y una Intercontinental conseguida en Inglaterra a expensas del poderosísimo Manchester United. 

Ese equipo de Estudiantes tenía por un lado, grandes jugadores emanados de las divisiones menores del Club donde destacaban el papá del hoy presidente la “Brujita Verón, se trataba del gran Juan Ramón Verón, histórico puntero de ese equipo multicampeón; mientras que por otro, se reforzaba con figuras de la talla de Carlos Salvador Bilardo. Pero más allá de los nombres que fueron determinantes en la consecución de los títulos, esos equipos de “Zube’ se caracterizaban por el orden y la disciplina táctica, por imponer un estilo de juego diferente basado en la estrategia, implementando técnicas aún poco utilizadas como el fuera de lugar, la marcación hombre a hombre y jugadas como los tiros de esquinas ejecutados al primer palo para que la peinen y entren por el segundo por sorpresa. 

En algunos momentos, Zubeldía se ganó enemigos sobre todo en algunos sectores de la prensa y de otros entrenadores que tildaban sus tácticas como “antifútbol”, pero sin dudas logró impulsar una idea de juego diferente basado en la creación de una estructura colectiva sólida y disciplinada que le diera rienda suelta al talento.  Pero pasados los años y el trajín de los centenares de partidos y viajes, ese Estudiantes fue mermando su rendimiento y las críticas a su sistema se hacían insostenible, lo que a la larga determinó su salida del “León”.

Aunque se pensaba que la historia del “Maestro” estaba muy ligada a Estudiantes, un directivo colombiano con gran visión y capacidad de liderazgo, encargó a uno de sus capitanes y referentes del plantel, un tal “Zurdo”  López, ir a buscarlo a Argentina y traerlo a dirigir a Colombia, más concretamente, al CLUB ATLÉTICO NACIONAL. El Verde que buscaba un tipo de jerarquía, un entrenador de categoría que hiciera compatible los objetivos misionales del Club con la realidad dentro del terreno de juego, identificó en Zubeldía el personaje capaz de virar la historia de nuestro cuadro por completo y llevarnos hacia la senda de la grandeza. 

En poco tiempo, no más de 1 año, Zubeldía convirtió un equipo que aún no salía aún del todo de la crisis de resultados de los 60, en un equipo ganador, haciéndolo campeón en el campeonato nacional de 1976. En ese año, lideró a un equipo de figuras con referentes importantes como: Navarro, Londero, Retat, Campaz; y jugadores emergentes como, no sé si les suenen unos tales: Francisco Maturana y Norbeto Peluffo. A partir de ese título, Nacional no sólo volvía a entrar en la escena nacional como un equipo grande capaz de ganar títulos, sino que enarboló una idea de juego disciplinada tácticamente pero combinada con una notable condición técnica de excelsos jugadores como: “La chancha” Fernández, Cueto, Guillermo La Rosa, Vilarete, Retat, Maturana, Campaz, Navarro, Carrabs,-estos últimos arqueros-, “El arriero’ Herrera, Barrabas, entre otros muchos grandes jugadores que se convirtieron algunos en ídolos y otros en leyenda.

De la misma forma, como en el Club supieron brillar en la “Era Zubeldía” grandes figuras, también hubo períodos de cambio y transición donde tuvimos que recurrir a jugadores surgidos de las inferiores de nuestro Club, y el equipo jamás perdió ni su estilo ni su brillantez. Entonces, así pues, el “Kinder” del Maestro se paseaba por los estadios de Colombia vislumbrando con fútbol alegre y ordenado. De ese equipo cuasi juvenil destacaban también jugadores como “Pelufo”, Pedro Sarmiento y un tal “Barrabás” Gómez. Ese equipo con espíritu amateur dado por la fuerza extraordinaria de los ‘pelaos” y comandados futbolísticamente por el “Poeta de la zurda”, cabalgó luego el campeonato de 1981 que encandiló al país con su fútbol, tanto así que en la final frente al América el rival se retiró luego de un penal a favor de Nacional que el “doctor” Ochoa Uribe creyó que no era y ordenó a su equipo irse del terreno de juego sin terminar el compromiso, pero lo cierto era que la superioridad en el campo fue lo que frustró los intereses rivales.

Después de ese título, Zubeldía sentenciaría la famosa frase: “Dejo a Nacional arriba y me voy”, y aunque el “Maestro” nos dejó arriba antes de su partida, esas vacaciones moriría a causa de un infarto asistiendo a otra de sus grandes pasiones: Las corridas de toros. Nuestros abuelos y tios, quienes tuvieron la suerte de ver en vivo y en directo el legado de Zubeldía, dicen que ese equipo del 82 estaba para Campeón de América, que si la vida y la suerte nos habrían regalado más tiempo de este gran revolucionario táctico, con seguridad eramos campeones de América. Sin embargo, Zubeldía nos dejó arriba y, sobre todo, más importante que ello, nos dejó con él la MÍSTICA de ser un equipo campeón, triunfador allí donde vaya, que impone condiciones, que se gana el respeto y la admiración con fútbol y valentía, nos hizo grandes. 

Puede ser Osvaldo Juan uno de los personajes más grandes de esta historia que se construye día a día y que se llama Nacional, una historia de MÍSTICA Y GRANDEZA, una historia de títulos y Alegrías, una historia de noches mágicas de Copa Libertadores, como la de hoy, donde saldremos como un histórico del continente a comernos a nuestro rival e imponer nuestras condiciones, a demostrar que somos Nacional, el MEJOR EQUIPO DE AMÉRICA. VAMOS VERDE!!!

lunes, 2 de marzo de 2015


NACIONAL  4 – U. Autónoma 0.

No hay mayor dicha para un Hincha de fútbol que ir el domingo a la tarde a la cancha y ver a tu equipo ganar, golear y gustar. Maravilloso. Nacional venció con un equipo mixto pero fuerte y competitivo 4 por 0 al equipo costeño, aferrándose así cada vez más a la punta del rentado patrio y ello le permite llegar con aire en la camiseta al debut de local en Copa Libertadores frente a Estudiantes de la plata. 

Nacional fiel a su estilo versátil tácticamente se paraba hipotéticamente con un 3 en el fondo con Nájera, Murillo y Faríd, que terminó por ser una línea de 4 completada por el juvenil Rodín Quiñonez, que hay que decir tuvo una buena presentación para jugar en un puesto ajeno al suyo. Pero a lo largo de los minutos el equipo cambió algunas veces de modulo; en principio, salió con un 3-4-3 y después mudó y terminó con un 4-3-3, que presentaba un solo volante de marca, interiores y extremos con un punta definido. 
Pero vamos a lo importante, al trámite del juego de hoy que nos deja tranquilo, por ritmo y funcionamiento, y que nos hace ilusionar con un equipo que viene de menos a más. Desde el primer minuto se vio a un equipo con unas ganas notables de buscar el resultado y, como dijo el “Profe” en rueda de prensa, de impresionar al público que llegó en buena cantidad a ver al líder de la Liga. 

Así pues, ya en los primeros 8 minutos del primer tiempo Nacional aventajaba al visitante por dos goles. El primero, uno muy esperado por la Hinchada, después de un centro medido y espectacular realizado por Faríd Diaz que encontró perfectamente ubicado al Paraguayo “Pablito”  Velásquez que mandó rápidamente el balón a descansar sobre el palo derecho del arquero, y que celebró con ganas con el público. Poco después, el segundo,  que empezó con una posesión de Rodín por banda derecha que centralizó de buena forma buscando al centro delantero Velázquez, que a su vez cedió el balón a Yulián que con toque sutil abrió para Copete que definió abriendo el borde interno y poniéndola al primer palo. Después del gol, y ante un rival pasivo e inerte, incapaz de lastimar, Nacional tuvo algunas opciones más, pero el partido por muchos minutos cayó en la intrascendencia. 

Para el segundo tiempo, se vinieron dos cambios: “Manga” por Berrio y Guerra por Pérez. Dichas modificaciones, sobre todo la de Guerra por Pérez, le aportó al equipo mucho más dinamismo y profundidad, el venezolano contribuye con el equipo dándole alegría y picardía al juego Verdolaga. La llegada de Guerra, además sirvió para potenciar la ya buena actuación de Yulián Mejía-hoy sí se le vio bien aunque tiene que seguir demostrando ante rivales de más peso-, que ayudándose de la inconmensurable labor del ‘veneco” pudo brillar y poner otras dos buenas asistencias al goleador de la noche: Copete. Los dos últimos goles fueron parecidos, esto es, Mejía filtró dos balones a un goleador de la noche que estuvo punzante y picante, y que aprovechó una defensa endeble y cansada. 

Copete cerró con la tripleta su mejor actuación con Nacional y sigue demostrando que este semestre tiene hambre de demostrar su valía y que puede ser tenido en cuenta en los partidos importantes. En Paraguay, en un partido malo para casi todos, este se destacó; en Pasto fue el menos malo del equipo, y hoy, aunque para mí no fue el mejor, si estuvo muy metido en la dinámica del equipo y se convirtió en el máximo realizador del Verde en Liga. 

Nacional jugó bien, goleó y gustó, sin embargo, no se nos puede olvidar al rival liviano que enfrentamos y que aún así debemos trabajar en ser más constantes en el juego. Pero como he dicho desde aquí, ganar es también una costumbre y empezar a hacerlo jugando bien, es una cosa que motiva e ilusiona. Además de ello, un aliciente es que el equipo viene de menos a más, y con el pasar de los días, nos encontramos mejores versiones de nosotros mismos. En esa misma lógica queremos seguir el jueves, en un partido lindo donde el Pueblo Verdolaga debe mostrar la Alegría que significa ser Hincha de este equipo y jugar Copa Libertadores. En la Copa, nuestro principal objetivo, debemos alentar más que nunca y empujar al equipo a una victoria que empiece a encarrillar la clasificación a la siguiente ronda. VAMOS VERDE!!!